El proyecto fue aprobado por mayoría, pero el rechazo del Capítulo XI dejó fuera artículos sensibles y marcó un revés político para el oficialismo.

La Cámara de Diputados aprobó en general el Presupuesto 2026 con 132 votos afirmativos, 97 negativos y 19 abstenciones, permitiendo al oficialismo avanzar con la sanción de la principal ley económica del año. Sin embargo, durante la votación en particular, el tratamiento por capítulos derivó en el rechazo de uno de los bloques normativos más relevantes del proyecto.

El punto de mayor tensión se concentró en el Capítulo XI, que incluía el artículo que proponía derogar las leyes de Emergencia en Discapacidad y de Financiamiento Universitario, ambas sancionadas por el Congreso, vetadas por el Poder Ejecutivo y luego insistidas por el Parlamento. Ese capítulo también contenía disposiciones vinculadas a la eliminación de la ampliación del régimen de zonas frías, cambios en el carácter móvil de las asignaciones familiares y otras modificaciones de fuerte impacto presupuestario y social.

Pese a los intentos del oficialismo por proteger ese bloque mediante la votación por capítulos y la incorporación de artículos de último momento, el Capítulo XI fue rechazado en su totalidad por 124 votos en contra, 115 a favor y 2 abstenciones. Con esa decisión, todo su articulado quedó excluido del texto definitivo del Presupuesto.

Tras el rechazo, algunos bloques opositores intentaron reincorporar parcialmente artículos vinculados a financiamiento científico, energético y productivo, pero esas propuestas no prosperaron y la Cámara avanzó directamente con la votación del capítulo siguiente.

De este modo, el Presupuesto 2026 quedó aprobado sin las disposiciones más controvertidas del proyecto original. El resultado final refleja un equilibrio legislativo ajustado, con un oficialismo que logró la sanción de la ley en general, pero sufrió un revés político significativo al no poder imponer reformas estructurales incluidas en el capítulo rechazado.